Dolor crónico ¿Qué es? ¿Cómo tratarlo?
El dolor es una sensación subjetiva desagradable

El dolor es una sensación subjetiva desagradable, causada por una lesión real o potencial, y como tal (subjetivo) existe cuando el paciente dice que existe.
Según su duración, el dolor en general se clasifica en:
-Agudo: de inicio muchas veces rápido, con una lesión identificable y que mejora al mejorar la lesión.
-Crónico: Cuando dura más de 3 meses y suele tener mala respuesta a analgésicos habituales.
El dolor crónico se diferencia del dolor agudo no sólo en la duración, sino en las causas que lo producen , y en la respuesta al tratamiento , que suele ser peor.
¿POR QUÉ SE PRODUCE EL DOLOR CRÓNICO?
El dolor agudo es un dolor “normal”, en respuesta del cuerpo a una lesión física. Si las vías del dolor (nervios que informan al cerebro de que se está produciendo una agresión) funcionan bien, tienen un efecto protector que nos avisa, a nivel consciente, de que algo anda mal y hace falta proteger al organismo o tratarlo. El dolor en este caso sería síntoma de una enfermedad.
El dolor crónico en cambio, se asocia muchas veces a un tipo de dolor que llamamos neuropático . Aunque puede y suele iniciarse con una lesión inicial, el dolor neuropático puede persistir incluso cuando la lesión se ha curado y las pruebas complementarias son normales, porque las vías neurológicas del dolor se han afectado y envían señales erróneas al cerebro. En este caso el dolor no es un síntoma, sino una enfermedad en sí mismo.
Un dolor intenso que dura mucho tiempo y no está suficientemente tratado, puede originar una sensibilización a nivel cerebral , que hace que el paciente perciba como dolor estímulos que en otro momento no habrían producido dolor . Disminuye el umbral del dolor.
VALORACIÓN DEL DOLOR CRÓNICO

Antes de decidir qué tipo de tratamiento necesita una persona con dolor crónico, hay que conocer, no solo qué enfermedad se lo ha producido, la intensidad, localización, características… sino también como afecta a otras esferas de su vida:
-El contexto psico-social es importante. Influirán sobre el dolor el apoyo que tiene de sus personas cercanas, y cómo actúan ellas ante su dolor. Las respuestas que dan los seres cercanos al dolor de una persona condicionan su evolución y comportamiento. Las conductas relacionadas con dolor como las quejas, las demandas de atención, el descanso excesivo o la disminución de las tareas de la vida diaria se afectan por el contexto emocional y social.
-El dolor afecta también a la esfera de la salud mental y viceversa, el estado anímico influye sobre la percepción del dolor. El dolor puede generar ansiedad o depresión, o bien verse empeorado por éstos.
--Incluso las creencias que tiene una persona sobre el dolor influyen en su cronificación. Por ejemplo: las creencias de miedo y evitación facilitan que el dolor se vuelva crónico.
TRATAMIENTO DEL DOLOR CRÓNICO
El objetivo del tratamiento es lograr la reincorporación a una vida activa personal y laboral, recuperando sus relaciones interpersonales y sociales . Para ello intervendrán diferentes profesionales (abordaje multidisciplinar) y el propio paciente (en la toma de decisiones y compromiso con el tratamiento).
Pasos en el tratamiento:
1º enfocado a conseguir el descanso nocturno
2º enfocado a conseguir alivio en reposo
3º enfocado en conseguir alivio durante la actividad normal.

FÁRMACOS PARA EL CONTROL DEL DOLOR
Evidentemente, no todo dolor necesita fármacos o solo fármacos para su control. Los hábitos de vida saludables incluido el ejercicio, son a veces la parte más importante del tratamiento.
En cuanto a los medicamentos, existen diferentes tipos de analgésicos (fármacos que alivian el dolor). Para controlar el dolor crónico se sigue una pauta “escalonada”, comenzando por los menos potentes que se crea que pueden ser suficientes para controlar ese dolor concreto. Los fármacos coadyuvantes se administran para paliar otros síntomas asociados , pero influyen también sobre el control del dolor.

ANALGÉSICOS
En un primer escalón se encuentra el paracetamol o los AINES (Antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco…), el metamizol y otros. Se utilizan para el dolor leve-moderado.
En el segundo escalón están los opioides débiles (como el tramadol) que se utilizan para el dolor moderado-intenso, cuando ha fallado el tratamiento del primer escalón, o de entrada en dolores intensos.
En el tercer escalón están los opioides potentes (como el fentanilo o la morfina) para los casos más graves de dolor.
COADYUVANTES
Se pueden y deben añadir en cualquier escalón, cuando estén indicados. Por ejemplo: ansiolíticos si el dolor se asocia a ansiedad, antidepresivos si se asocia o causa depresión o a patologías concretas que responden bien a ellos, moduladores del dolor como la gabapentina cuando hay daño en los nervios que transmiten las sensaciones dolorosas…etc.
SEGUIMIENTO
El tratamiento del dolor crónico requiere, no sólo un buen diagnóstico, sino vigilar la respuesta a los tratamientos aplicados y modificarlos en función de las necesidades de los diferentes pacientes y diferentes momentos evolutivos del dolor.Si necesitas ayuda puedes realizar una consulta online ahora con uno de nuestros médicos de familia
